APRENDÍ que los amores  "eternos" pueden terminar en una noche, 
que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos.
 Que el amor no tiene la fuerza que imaginé. 
Que nunca conocemos a una persona de verdad
que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de mamá. 
Que el "nunca más" nunca se cumple y que el "para siempre", siempre termina.